Hidromasajes, aeromasajes, cromoterapia… son algunas de las funciones con los que generalmente identificamos una sauna o wellness pero ¿qué nos aporta realmente? En el día de hoy veremos algunos de los beneficios que este nos aporta. Tener un espacio de wellness o hidromasaje en el hogar es considerado como un lujo y una oportunidad para mejorar la experiencia del baño, relajándonos y dándonos esa tregua que tanto deseamos tras una jornada larga e intensa. Hay que tener en cuenta que sólo aquellos que cuentan con las funciones revitalizantes y que van más allá del tradicional masaje son los que permitirán poder disfrutar plenamente de la experiencia. A la hora de su colocación en los exteriores de la vivienda habremos de tener en cuenta que el color blanco será el más aconsejable al aprovechar mejor la iluminación. En cuanto a su ubicación en el interior, entran en escenas otros colores además del blanco como pueden ser el color marfil o tonalidades piedra. La tradicional forma es la ovalada, especialmente en aquellos hidromasajes de mayores dimensiones así como sus mutaciones. Una opción más económica son las bañeras rectangulares y cuya ubicación sigue siendo el tradicional baño.
Entre los beneficios del Hidromasaje destacan:
- Incrementa la sensación de bienestar general.
- Estimula la prevención de enfermedades relacionadas con el estrés, ansiedad e insomnio.
- Elimina toxinas de la piel.
- Mejora la circulación al estimular la circulación sanguínea.
- Alivia los dolores musculares.
- Relaja la artritis gracias al relajar las articulaciones.
- Ayuda a combatir la celulitis y la regeneración de la piel.